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Seamos ambiciosos

Antonio Muñoz

Alcalde de Sevilla

Desde este rincón que me brinda ‘Andalucía Inmobiliaria’, quiero compartir con los lectores algunas reflexiones en torno al cambio de modelo productivo en la ciudad de Sevilla, y que no quiere decir en absoluto que abandonemos actividades con las que nos va muy bien, como la inmobiliaria, pero sí hacer las cosas de forma distinta. Me explico.

En los últimos años, debido al crecimiento del turismo que nos ha situado en una posición envidiable como destino urbano internacional y además ha contribuido a impulsar la imagen de nuestra ciudad, parecía que sólo existía turismo en Sevilla. Era mediáticamente más llamativa la apertura de un hotel que un gran contrato internacional de las empresas radicadas en las antiguas gradas de Astilleros o que hubiera empresas tecnológicas sevillanas que participaran en la misión de la NASA al planeta Marte. Pero siendo el turismo un motor de la economía de Sevilla, y quizás su primera industria, esta pandemia de la COVID-19 ha descorrido las cortinas y el resto del tejido productivo de nuestra ciudad se ha dejado y podido ver.

Si tenemos un modelo de éxito como es el turismo, ¿por qué no lo trasladamos a otros ámbitos de la economía y, además, utilizamos el turismo como canal de captación de inversiones? Desde la cumbre mundial del World Travel & Tourism Council (WTTC), que es la mayor asociación internacional de la industria turística y que se celebró a principios de abril de 2019, es un campo de trabajo desplegado en el Ayuntamiento, si bien es cierto que la pandemia redujo las expectativas iniciales. Pero ahora la retomamos con fuerza.

El traslado de ese modelo de éxito que ha sido el turismo al resto de la economía es precisamente uno de los retos que planteé en mi discurso de toma de posesión como alcalde de Sevilla a principios de enero pasado. Y entre todos, administraciones, empresas, sindicatos, universidades, entidades e instituciones científicas y sociedad civil en su conjunto, debemos propiciar un cambio en el modelo productivo de nuestra ciudad. En este camino, el turismo puede ser un canal de captación de inversiones, de ahí la integración del área de Turismo en la de Economía acometida en la estructura del Ayuntamiento, y el hecho de haber adoptado en nuestra estrategia turística el concepto Economía del Visitante, que no es otra cosa que aquel que, además de hacer turismo, viene a invertir, a trabajar, a investigar, a formarse… a vivir incluso temporalmente.

Sin abandonar sectores de actividad que son actualmente la base de nuestra economía, el futuro económico de Sevilla pasa por convertirse en una ciudad de referencia en I+D+i. Durante este mandato municipal nos hemos marcado como objetivo posicionar a Sevilla como referencia en investigación y ciencia y que estas sean, asimismo, uno de los grandes motores económicos y sociales de la ciudad y de un cambio de modelo productivo y donde la cultura jugará también un papel protagonista para la creación y el emprendimiento empresarial. I+D+i aplicada a cualquier sector, y ya que estas páginas se enfocan especialmente hacia los campos inmobiliario y de la construcción en general, podemos pensar en todo el amplio abanico de oportunidades que se abren en cuanto a la eficiencia energética y la sostenibilidad. Es, como decía anteriormente, hacer las cosas de forma distinta a partir de la I+D+i.

No podemos pecar de complejo de inferioridad porque tenemos en Sevilla una férrea base de industria, tecnología, innovación y creatividad cultural. De hecho, hemos resistido de forma sólida a la crisis sanitaria gracias a la fortaleza de nuestro tejido productivo y en ausencia total de turismo al principio de la pandemia y después con severas restricciones en los viajes, que aún se mantienen.

Sólo citar algunos datos y hechos:

Son cifras y hechos que demuestran que somos un destino sólido, estable y seguro para la inversión. Y, además, con estabilidad institucional en nuestro Ayuntamiento, una cuestión importantísima a la hora de captar inversión, y con un modelo de trabajo donde prevalece el interés general de la ciudad por encima de los colores políticos de las administraciones. Y hemos dado sobrada muestra de esta voluntad de consenso tanto con el Gobierno de España como con la Junta de Andalucía. Seamos, por tanto, ambiciosos, y también reivindicativos para que entre todos consigamos la posición y el tratamiento que se merece Sevilla como capital de Andalucía. Yo, como alcalde de Sevilla, lideraré la reivindicación.

En este camino hacia el cambio de modelo productivo, ya nos hemos reunido con organizaciones empresariales, sindicatos, universidades, PCT Cartuja y comunidad científica, y seguiremos manteniendo encuentros de trabajo con los distintos sectores económicos. Y con las miras puestas en el año 2029, horizonte temporal en el que celebraremos el centenario de la Exposición Iberoamericana de 1929 y que coincide también con el del Plan Estratégico Sevilla 2030.

Queremos que 2029 sea el salto a la Sevilla del futuro, la del Siglo XXI, la de la modernidad y la innovación pero apoyándonos sobre nuestras raíces y nuestro patrimonio. Que sea un proyecto común de ciudad. Insisto: seamos ambiciosos.

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