La CES impulsa la colaboración público-privada para consolidar Sevilla como referente empresaria

de izqda a dcha. Juan Pedro Calvente, vicepresidente y tesorero; Vanessa Muñoz, vicepresidenta y presidenta de la Comisión de Igualdad; Miguel Rus, presidente; Carmen Núñez, presidenta de la Comisión de Régimen Interno; y David Alva, secretario general de la CES.

Durante la Asamblea General del empresariado sevillano, celebrada hoy en la Fundación Cajasol, el presidente de la Confederación de Empresarios de Sevilla (CES), Miguel Rus, advirtió que la falta de infraestructuras limita el crecimiento y acentúa las desigualdades. En este sentido, defendió la colaboración público-privada para impulsar proyectos estratégicos de alto impacto. Además, subrayó la necesidad de apostar por la digitalización, con un foco en la Inteligencia Artificial; la formación, especialmente a través de la FP Dual; la industrialización, así como la reducción de la dependencia energética y sus costes, sin perder de vista la competitividad, para consolidar el crecimiento empresarial de Sevilla.

Miguel Rus inició su intervención con un análisis del contexto económico internacional, subrayando que Sevilla debe afrontar los desafíos globales con visión estratégica y colaboración público-privada. “Estamos en un entorno cada vez más complejo y competitivo, pero Sevilla tiene el potencial de ser un líder empresarial, siempre que se atiendan las necesidades críticas de su tejido productivo”, destacó.

En este contexto, abogó por sustituir el cortoplacismo por una visión de largo plazo que priorice el interés general y que no se gobierne de espaldas a la realidad empresarial y los mercados. ‘No podemos avanzar sin escuchar la voz de los empresarios, que son quienes conocen de primera mano las necesidades y desafíos de sus empresas. Por eso, defender el diálogo social es fundamental’, afirmó. Asimismo, advirtió que resulta incoherente apostar por el crecimiento y el empleo mientras desde el propio Gobierno se cuestiona el papel de la empresa. “No podemos tener una ministra de Trabajo que no cree en la empresa”, sentenció.

“Hay que legislar teniendo en cuenta la realidad empresarial, considerando factores como la productividad, los costes laborales y las particularidades de los sectores más vulnerables”, dijo, refiriéndose a medidas como la subida del Salario Mínimo Interprofesional o la reducción de la jornada laboral. Rus explicó que, para alcanzar un nivel de productividad alineado con la media europea, la jornada efectiva en España debería situarse en torno a las 41,2 horas semanales. “Reducirla sin avances en productividad no solo nos alejará de los estándares europeos, sino que también comprometerá la viabilidad futura de nuestras empresas”, advirtió.

El presidente de la CES subrayó la importancia de la colaboración público-privada para sacar adelante proyectos estratégicos de alto impacto, así como la necesidad de abordar una eliminación o al menos una profunda modificación de la Ley de desindexación de la Economía.

También criticó la infrautilización de los fondos europeos. “En 2024, solo se ejecutó el 22 % de lo presupuestado, dejando más de 26.000 millones de euros sin impacto en la economía real. Esto es inaceptable, hay mejorar la ejecución para que tengan un impacto real en la economía”, afirmó, insistiendo en la necesidad de aprovechar estos recursos “para adaptarnos a la nueva realidad tecnológica, energética y geopolítica”.

En el ámbito de las infraestructuras, Rus fue contundente al señalar que Sevilla arrastra un déficit histórico que limita el progreso económico de la región y la falta de infraestructuras es igual a pobreza. “Desde 1985, somos la provincia con menos inversión por habitante, según la AIReF. Esta situación no solo afecta a la competitividad empresarial, sino que también agrava las desigualdades sociales y económicas”, afirmó. En este sentido, el presidente de la patronal recordó que Sevilla cuenta con seis de los 15 barrios más pobres de España, y que esa carencia de infraestructuras, no solo dificulta la movilidad y la inversión, sino que perpetúa las barreras al desarrollo.

Entre las prioridades, mencionó proyectos que llevan años de retrasos como la SE-40, “la obra de mayor envergadura detenida en España”, y la conexión ferroviaria entre Santa Justa y el Aeropuerto, esencial para reforzar el turismo. También destacó el retraso de la Red Metro de Sevilla, una de las pocas ciudades europeas de su tamaño sin una red adecuada. “Es inadmisible que, con más de 1,5 millones de habitantes en su área metropolitana, Sevilla cuente únicamente con una línea de metro desde 2009, mientras que ciudades como Bilbao o Oporto, cuentan con tres y cuatro líneas, respectivamente.”, añadió.

Para Rus, es esencial fortalecer la capacidad industrial en sectores estratégicos como la defensa, los semiconductores y la energía, pilares clave para garantizar alcanzar el liderazgo empresarial y la resiliencia económica de nuestra región, logrando el objetivo europeo de que el 20 % del PIB sea industrial, lo que deberá ir acompañado de un esfuerzo por retener todos los procesos de producción, desarrollando aquí toda la cadena de valor y eliminando las numerosas trabas burocráticas que obstaculizan el crecimiento.

Para ello, el presidente también subrayó la importancia de reducir el coste de la energía e invertir en infraestructuras que permitan disminuir la dependencia de terceros. No obstante, insistió en que la transición energética debe ejecutarse de manera que no comprometa la competitividad de las empresas.

También destacó la necesidad de adoptar tecnologías disruptivas como la inteligencia artificial, la automatización y el análisis de datos, calificándolas de herramientas esenciales para mejorar la productividad y la competitividad. Asimismo, recordó que en Europa no falta capacidad para innovar. “El problema: un 30% de las empresas innovadoras, aquellas que superan los 1.000 millones de euros en cifra de negocios (conocidas como unicornios), acaban trasladándose a otros países para seguir creciendo –principalmente a EE. UU. Y las causas de esto están relacionadas con cuestiones regulatorias, financieras y de formación”, dijo Rus.

A su vez, puso en valor la formación dual como una vía clave para combatir el desempleo y solucionar la escasez de mano de obra cualificada. “Hay que formar, atraer y retener talento, que sufren ya todos los sectores productivos sevillanos”.

Finalmente, el presidente de la CES celebró las perspectivas económicas de Andalucía, que liderará el crecimiento de España en 2025 con un incremento del 2,8%, por encima de la media nacional del 2,3%. Este avance es el reflejo de un tejido productivo resiliente y competitivo en sectores como la industria aeronáutica, la agroalimentación, la automoción, las tecnologías de la información y el turismo, así como el trabajo de los empresarios como motores de progreso y bienestar social.

En este entorno desafiante, “los empresarios somos los constructores de oportunidades, los que transformamos ideas en realidades y desafíos en crecimiento” y “en momentos como estos, es donde debemos demostrar que Sevilla no solo es capaz de adaptarse al cambio, sino de liderarlo”.

 

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