Nunca antes el futuro de Andalucía había sido tan prometedor pese a los agravios de Pedro Sánchez

Carolina España
Consejera de Economía, Hacienda y Fondos Europeos
Carolina España se ha convertido en uno de los perfiles estelares del Gobierno andaluz de Juanma Moreno desde su llegada a la Consejería de Economía, Hacienda y Fondos Europeos, un departamento crucial que maneja los presupuestos del Ejecutivo y que afronta además uno de los frentes políticos prioritarios como es el de la financiación autonómica, trinchera de permanente confrontación con el Gobierno. Su nombramiento como portavoz del Ejecutivo andaluz ha potenciado su protagonismo y proyección, situándose en la primera línea como la voz nítida, a la vez que contundente, de todo el Gobierno autonómico. Malagueña como Juanma Moreno, Carolina España se inició desde muy joven en política en el Ayuntamiento de Málaga para después curtirse en el Congreso como diputada antes de su nombramiento como consejera, etapa en la que rápidamente le cogió el pulso a una Consejería cuya gestión había dejado en un alto nivel su antecesor, Juan Bravo. Optimista y firme en sus convicciones, ve una Andalucía en plena transformación y con un futuro más que alentador a pesar de los agravios del Gobierno de Pedro Sánchez que no se cansa de denunciar.
¿Qué balance realiza de lo que llevamos de legislatura y desde el cambio de Gobierno hace seis años?
La Andalucía que yo conozco desde que soy consejera está en plena transformación. Es verdad que nuestra tierra ha cambiado mucho en 45 años de autonomía, pero sin duda la mayor transformación comenzó en 2019, cuando Juanma Moreno fue nombrado presidente de la Junta. Nos encontramos con una comunidad que estaba en el vagón de cola en casi todos los parámetros y que ahora, tras seis años de intenso trabajo, empieza a crecer por encima de la media y a liderar muchos indicadores.
La economía andaluza creció entre 2019 y 2024 un 9,6%, frente al 9% del conjunto del país y ahora somos más competitivos fiscalmente; hemos reducido la tasa de paro del 23% en 2018 hasta el 15,7% actual, más que el descenso del conjunto de España en ese mismo periodo, y 8 de cada 10 nuevas empresas inscritas en la Seguridad Social al cierre de 2024 eran andaluzas. Y hemos mejorado también indicadores sociales como el de la pobreza, que se ha reducido a un ritmo cinco veces mayor que España, o la tasa de abandono escolar temprano.
Esas cifras demuestran cómo dejaron los anteriores gobiernos socialistas a Andalucía y que, aunque todavía queda por avanzar, la gestión del Gobierno de Juanma Moreno está permitiendo progresar y avanzar a la región. Hoy tenemos unos servicios públicos más fuertes, más infraestructuras sanitarias y educativas, hay una red ferroviaria de metros y tranvías que es referente en Europa por sus buenas prácticas medioambientales…
Pero sobre todo, a nivel cualitativo o incluso emocional, el gran cambio ha sido que los andaluces han vuelto a sentirse orgullosos de su tierra, saben que tienen la capacidad y la fuerza, la Marca Andalucía ha recuperado su prestigio y hoy ya no se habla de esta tierra por la corrupción sino por sus avances y logros en el terreno empresarial, industrial, tecnológico, energético, por ser una tierra comprometida…
Uno de los frentes prioritarios y sin resolver es el de la financiación autonómica, ¿cómo ve la situación? ¿Atisba alguna solución a corto y medio plazo?
No tenemos esperanza de que lo aprueben en esta legislatura porque ni el presidente Sánchez ni la ministra Montero tienen voluntad política de solucionar los problemas de Andalucía.
Andalucía es la gran perjudicada con el actual modelo, 1.522 millones de euros al año que deja de percibir por un sistema injusto que arrastramos desde hace más de una década. Un dinero que necesitamos para pagar profesores, médicos, construir carreteras, hospitales, centros de salud, desaladoras, mejorar las conexiones de transporte entre las ciudades, o las condiciones de los juzgados, poder incorporar a más personas al sistema de la dependencia lo antes posible… ¿Y eso le preocupa a Sánchez, o a Montero, que es andaluza y hace siete años decía que esa reforma era fundamental para el futuro de nuestra tierra? La respuesta es sencilla, pero terrible para los andaluces: NO.
El Gobierno de la Junta es extremadamente respetuoso con el acuerdo mayoritario del Parlamento andaluz, que instaba a esa reforma del sistema de financiación autonómica y la puesta en marcha, mientras tanto, de un fondo de nivelación para acercarnos progresivamente al resto de España. Y eso es lo que pedimos ahora al Gobierno, que ponga sobre la mesa una propuesta, como prometió que haría en 2021, en la que se aborde entre todas las comunidades en el CPFF y que dote a todos los territorios de recursos suficientes para prestar un nivel mínimo de servicios públicos fundamentales, además de garantizar la equidad de los recursos que reciben todas las CCAA.
La última oferta del Gobierno de condonar cerca de 19.000 millones de deuda es rechazada por Andalucía y por las comunidades regidas por el PP, ¿cuáles son los motivos?
La propuesta de asunción de la deuda que el Ministerio ha diseñado con Puigdemont y Junqueras y ha aprobado antes de sentarse con el resto de comunidades no mejora la financiación de los servicios públicos en Andalucía. Es puro maquillaje contable que no aumenta en un solo céntimo de euro la capacidad de este Gobierno para gastar más en sanidad, educación, dependencia o inversiones. Solo busca acelerar de la amortización de deuda, ya que con la actual regla de gasto en ningún caso, y repito, en ningún caso, ese ahorro de intereses se puede destinar al gasto del Estado del bienestar dado. Entendemos que es una tomadura de pelo querer taponar una pérdida anual de 1.500 millones, que es lo que Andalucía deja de recibir cada año, con 140 para los próximos 10 años, porque sería el cómputo de esa medida tan estupenda que ofrecen, 1.400 millones en una década. Dinero que, insisto, no podemos gastar, solo dejar de pintar en el presupuesto. No lo decimos nosotros, lo dice la Airef, y lo decía la propia ministra Montero hace unos años: el debate de la deuda no puede tapar el debate principal, que sigue siendo la reforma del sistema de financiación para dejar de perjudicar a algunas comunidades, como Andalucía. La deuda es un asunto complementario. Así que le pediría al Gobierno y al Ministerio de Hacienda que dejen de mentir y de perjudicar a los andaluces, porque ese dinero proveniente de una reforma del sistema de financiación sí podría gastarse en servicios públicos, el ahorro de intereses de la deuda, no.
¿Cómo se ve la negociación y los acuerdos continuos con los independentistas catalanes que sustentan al Gobierno? ¿Repercute en Andalucía?
Cada negociación del Gobierno con los independentistas supone más agravios para los andaluces y el Gobierno se dedica a satisfacer todas las pretensiones de sus socios para poder ganar votaciones en el congreso y sacar adelante cualquier medida, aunque eso suponga perjudicar al resto de territorios. Si su prioridad única es estar pendiente de sus socios, eso quiere decir que no está pendiente de las necesidades del resto de territorios. Andalucía no está en la agenda de Sánchez, ya lo vemos con la negativa a reformar el Sistema de Financiación, o con asuntos como el reparto del impuesto a la banca, que también beneficiará a sus socios en detrimento de comunidades como Andalucía. Desde que Sánchez es presidente de España, nos han agraviado con el reparto de fondos COVID, con el dinero para planes de Empleo… No nos han dejado autonomía alguna para el diseño de los fondos Next Generation, han puesto en marcha una contrarreforma fiscal para dejar sin efecto nuestra bonificación del Impuesto de Patrimonio.
La incapacidad de sacar adelante los PGE es otro ejemplo de ese gobierno sin rumbo. Es la principal ley, debería ser la prioridad de cualquier Gobierno y sin los cuales, ya lo dijo Sánchez, un presidente debe dimitir. Presentar los presupuestos es un deber constitucional, se aprueben o no. Sin embargo, este Gobierno no se esfuerza siquiera por intentar presentarlos. Y eso perjudica a los españoles, y a los andaluces, porque no se incluyen nuevos proyectos que son necesarios para esta tierra, no se pueden acometer nuevas inversiones. No puede ser que, por esa falta de voluntad política de aprobar unos Presupuestos Generales, a Andalucía se le tengan secuestrados 900 millones de euros al no actualizar las entregas a cuenta, que ni siquiera se han actualizado en función de las nuevas previsiones de ingresos que suben debido a su voracidad recaudatoria. Todo esto es la diferencia con un Gobierno, el de Andalucía, cuyos únicos socios con los andaluces. Esa inestabilidad a la que nos tiene acostumbrados el gobierno de Sánchez genera desazón y descontento.
¿Cómo valora la política fiscal impulsada desde el Gobierno andaluz y su bajada de impuestos? ¿Repercute en la recaudación? ¿es compatible con la reclamación de más financiación?
La política fiscal llevada a cabo en este tiempo por el Gobierno de Juanma Moreno ha sido un instrumento fundamental para esa transformación de Andalucía. Los andaluces tienen más dinero en el bolsillo para gastar y dinamizar la economía, y además se ha creado un entorno atractivo y competitivo para que las empresas, que son las que crean empleo y riqueza, vengan a nuestra tierra o desarrollen nuevos proyectos, porque saben que apostar por Andalucía es garantía de éxito.
Andalucía ha pasado de ser un infierno fiscal a la segunda comunidad en la que menos impuestos se pagan, ha simplificado burocracia y realizado un esfuerzo de digitalización para que todo sea más ágil y eficiente. Andalucía hoy genera confianza y estabilidad, y esto se ha traducido en que registra récord de afiliación a la Seguridad Social con cifras nunca vistas en esta tierra. Llevamos tres años y medio reduciendo el desempleo interanual, somos líderes en número y crecimiento de autónomos de España, tenemos más empresas activas que nunca, récords exportador, cifras de inversión en I+D nunca vistas en esta tierra… Y todo ello supone una mejora sustancial de la riqueza y la calidad de vida de los andaluces.
Sobre si esto repercute en la recaudación, es evidente que sí, ya que en seis años hemos logrado 778.000 nuevas declaraciones, un 22,1% más. y estos contribuyentes tienen unas bases liquidables más elevadas, un nivel de renta más alto. La última recaudación ascendió a 7.543 millones de euros, 2.515 millones de euros más que en 2018.
Y este aumento es lo que nos permite reforzar, dentro de nuestras capacidades, los servicios públicos. Eso no quita para que sigamos estando infrafinanciados, porque recibimos menos recursos de los que nos corresponden que la media desde las comunidades. Y he dicho que nos corresponden, porque de eso es al fin y al cabo de lo que estamos hablando, de recursos que son nuestros, que no nos llegan y que podíamos estar empleando para tener más médicos, más y mejores centros sanitarios, más profesores…
¿Cómo valora la marcha de la economía andaluza?
Las previsiones de analistas independientes y organismos predictores apuntan a que en 2025 Andalucía será la región que tire de la economía nacional, con un 3% de crecimiento, por encima de la evolución media de España, y que liderará, con un 2,6%, la mejora del empleo anual en términos EPA a nivel nacional durante 2025.
Si miramos la tendencia de los últimos años, con una pandemia mundial y una guerra de por medio, Andalucía ha crecido de manera acumulada un 9,6%, seis décimas más que la media española (9%) y tres puntos más que la Zona Euro (6,3%) entre 2019 y 2024. Además, la economía andaluza ha avanzado en convergencia con España en los últimos cinco años, lo que contrasta con el retroceso observado en los diez años anteriores.
Desde que llegamos al Gobierno, se han creado casi medio millón de empleos, casi la quinta parte (18,9%) de los creados en España. Y buena parte de ellos en colectivos que históricamente tenían más complicado el acceso a un puesto de trabajo, como las mujeres y los jóvenes. Estos datos hablan de la transformación vivida por esta tierra en los últimos seis años, pero también invitan a ser optimistas acerca del futuro si seguimos por esta senda, que es lo más importante: no cambiar el rumbo y continuar avanzando.
Pese a ese panorama alentador, ¿cuáles son las asignaturas pendientes de Andalucía? ¿Cómo ve la excesiva dependencia del turismo y del sector agroalimentario, hay que diversificar más?
El sector agroalimentario y el turístico son, sin duda, pilares estratégicos de nuestro tejido productivo que ya ha empezado a diversificarse. De hecho, para la transformación económica de Andalucía hay tres sectores que están siendo fundamentales como el aeroespacial, con el ensamblaje del A400M, convirtiéndose en el destino elegido por empresas líderes del sector para desarrollar aquí sus proyectos, como Pilatus. También hay una apuesta estratégica por el sector de la microelectrónica, cuyo mejor exponente es el próximo centro del IMEC (Centro Interuniversitario de Microelectrónica) en Málaga, que sitúa a nuestra tierra a la vanguardia de la innovación. Y por supuesto las energías renovables, en el que Gobierno andaluz ha visto muy claro que podamos liderar la carrera de la transición energética al contar con recursos naturales, talento e infraestructuras de primer nivel. Esta apuesta se traduce en la Alianza Andaluza por el Hidrógeno Verde, impulsada desde la Junta de Andalucía, y a la que se han adherido más de 150 entidades públicas y privadas, y que ha facilitado la llegada de proyectos como el Valle Andaluz del Hidrógeno Verde en Cádiz y Huelva, que con 3.000 millones será la mayor inversión en esta energía en Europa y prevé crear 10.000 empleos. Esta diversificación ha servido para fortalecer nuestro tejido productivo, de tal manera que surgen nuevos retos, ahora tenemos más empresas, más grandes y tecnológicas, con otro tipo de demandas y necesidades. Ya hemos lanzado el primer paquete de 244 millones de euros para ayudas enfocadas a desarrollo industrial y el apoyo de la I+D+i de pymes y autónomos de toda la comunidad.
¿Cómo cree que afectarán los aranceles de Donald Trump a Andalucía teniendo en cuenta que las exportaciones son un motor de nuestra economía?
En el caso concreto de Andalucía, las exportaciones a EEUU, aun siendo importantes, suponen el 7,8% de las exportaciones totales. Aunque somos la segunda comunidad en volumen de exportaciones al mercado norteamericano, EEUU es el quinto mercado de las exportaciones andaluzas y el primero no europeo. Más del 40% las exportaciones andaluzas a EEUU se concentran en el sector agroalimentario, seguidos del refino de petróleo, productos de cemento y piedra natural y partes de aviones, helicópteros o aeronaves.
Actualmente estamos en una situación de incertidumbre y por ello le hemos tendido nuestra mano al Ministerio, con el que nos reunimos en abril y al que le pedimos ayudas directas y no sólo préstamos e incentivos fiscales. En Andalucía llevamos seis años trabajando en el fortalecimiento y diversificación del mercado exterior para nuestras empresas, ayudándolas y apoyándolas en la búsqueda de nuevos mercados estratégicos como Asia y Oceanía, donde más crecieron el año pasado, y todo ello a través de Andalucía TRADE, que ha ampliado su red de sedes y antenas hasta llegar a 75 países.
La vivienda es, hoy día, uno de los grandes problemas y de las grandes demandas sociales, especialmente por las dificultades de jóvenes y familias para poder acceder a ella a precios razonables, ¿cuáles son las soluciones y políticas necesarias?
El acceso a la vivienda de los andaluces ha sido una de nuestras prioridades desde que el Gobierno de Juanma Moreno llegó a la Junta y por se ha dado un giro bajo la premisa de impulsar la construcción de viviendas en alquiler a precio asequible. Hemos puesto en marcha medidas como el Plan Vive, o la Ley de Impulso para la Sostenibilidad del Territorio (Lista), que ha permitido agilizar la tramitación de los planes urbanísticos y su ejecución. Las distintas iniciativas nos han permitido triplicar la promoción de viviendas protegidas en Andalucía, con más de 12.000 desde 2019, y un nuevo decreto ley de medidas urgentes que permitirá la construcción de otras 20.000 en los próximos cinco años. Este decreto supone un adelanto de la Ley de Vivienda, porque sabemos que los andaluces no pueden esperar.
Hacen falta consensos amplios que hagan que las soluciones sean efectivas y duraderas, pero también aliviar la presión fiscal, quitar burocracia y, esto es importante, aportar todo el suelo público posible y conseguir que los propietarios de pisos vacíos los pongan en alquiler sin miedo para lo que, según ha dicho, hay que darles seguridad jurídica.
A todo ello se suma un plan fiscal para promover el acceso a la vivienda, tanto en alquiler como para adquisición, que es el más ambicioso del país y que ha permitido a más de 250.000 andaluces ahorrar hasta 460 millones de euros a través de rebajas e incentivos como la reducción del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados (ITP-AJD), entre el 3,5 y el 7%; deducciones del IRPF del 6% para la compra de vivienda habitual y del 15% en caso de alquiler, o un plan específico de acceso a financiación hipotecaria que permite a los jóvenes cubrir el 100% de la compra de la primera vivienda.
¿Qué significa esto? Que un joven de hasta 35 años que se compre hoy una vivienda en Andalucía paga hasta 6.750 euros menos en impuestos, una cantidad que equivale a la media de un año de hipoteca, mientras que una familia numerosa que adquiere una primera vivienda de hasta 250.000 euros se ahorra directamente cerca de 11.000 euros.
Entre el plan fiscal y las inversiones concretas en políticas de vivienda podemos comprobar que, cada año, la Junta de Andalucía hace un esfuerzo cercano a los 1.000 millones de euros en materia de vivienda.
¿Cómo se puede poner más suelo disponible para la edificación de viviendas?
La disponibilidad de suelo es precisamente de las medidas incluidas en el decreto ley que mencionaba anteriormente. Entre otros aspectos, contempla ampliar la oferta de solares para uso residencial protegido, autorizar mayor densidad de viviendas en parcelas que se destinen a VPO, crear una bolsa de suelo con los ayuntamientos e incluir promociones residenciales en la Unidad Aceleradora de Proyectos (UAP).
Así, se permite que los solares o edificios con uso como alojamiento turístico u oficinas se destinen a viviendas protegidas. Además, se podrá aumentar la densidad y edificabilidad en las parcelas residenciales si hay compromiso de que sean protegidas, y se promueve la construcción de viviendas públicas en alquiler en parcelas de equipamientos, cuando dichas parcelas no tengan uso específico o estén calificadas con el uso genérico de interés público y social. Además, se contempla la creación de una bolsa de suelo, que se hará en colaboración con los municipios de más de 100.000 habitantes, para mostrar la disponibilidad existente para construir viviendas a precio asequible.
Desde la Junta buscamos también la implicación de los promotores para que se involucren en la construcción de viviendas protegidas. De hecho, el decreto establece que podrán acceder a incentivos para la construcción, y se actualizan los coeficientes territoriales que determinan los precios máximos de la vivienda protegida en cada municipio para facilitar su construcción.
¿Cómo valora el momento actual y futuro del sector inmobiliario y su aportación y papel en la economía andaluza?
El mercado inmobiliario en Andalucía sigue siendo uno de los principales motores de nuestra economía. No obstante, no podemos olvidar que también estamos en un momento en el que debemos afrontar desafíos como el acceso a la vivienda, la sostenibilidad, la digitalización y la regeneración urbana. En este contexto, la aprobación de la nueva Ley de Vivienda de Andalucía toma una relevancia especial, ya que establece el marco legal y normativo que guiará el futuro del sector en nuestra comunidad.
Asimismo, la colaboración con el sector es fundamental para fomentar un mercado más accesible y equilibrado. Es esencial que promotores, constructores y agentes inmobiliarios trabajen de la mano con las instituciones para impulsar medidas que respondan a las necesidades actuales del mercado.
Las políticas de vivienda que venimos impulsando desde la Junta de Andalucía sirven para reforzar el papel del sector inmobiliario y residencial, potenciándose así también su papel en la economía andaluza, dado que hay agentes de este sector que aumentan su campo de trabajo en Andalucía.
¿Cómo ve los efectos de la nueva Ley LISTA tras su entrada en vigor y el impulso de su reglamento? Ahora se aborda también la elaboración del nuevo Plan de Ordenación del Territorio de Andalucía, ¿hacia dónde deben dirigirse las políticas de suelo?
Con la entrada en vigor de la nueva LISTA hemos logrado un cambio de mentalidad. Recordemos que con la extinta LOUA, numerosos planes y normas se quedaron sin aprobar. En cambio ahora, gracias a la LISTA, los ayuntamientos vuelven a querer redactar nuevos planes generales.
En cuanto al nuevo Plan de Ordenación del Territorio de Andalucía, este ahondará en el reto demográfico de nuestra comunidad y en la búsqueda de un mayor equilibrio entre las zonas urbanas y costeras. El actual acumula 18 años desde su entrada en vigor, por lo que se ha quedado desfasado.
¿Cómo valora la ley andaluza de vivienda y el impacto que va a tener? ¿Qué opina de la ley estatal y de las políticas de vivienda que está impulsando el Gobierno central?
Desde el Gobierno andaluz estamos trabajando en la futura Ley de Vivienda de Andalucía. Esta se encuentra en sus últimas fases de tramitación antes de llevarla al Consejo de Gobierno, y esperamos que pronto vea la luz. Esta ley vendrá a reforzar todas las medidas ya impulsadas por este gobierno.
La colaboración público-privada es fundamental para sacar adelante muchos proyectos ¿se está usando en el nivel deseado en el ámbito inmobiliario?
El pasado mes de marzo abrimos el plazo de solicitudes para que promotores públicos y privados presenten sus proyectos y puedan optar a las ayudas a la construcción de nuevas viviendas protegidas en alquiler a precio asequible. Se trata de la convocatoria del Programa de Fomento del Parque de Vivienda de Alquiler, una de las medidas para ampliar la oferta de viviendas incluidas dentro del decreto ley de medidas urgentes.
Como mencionaba, las nuevas medidas puestas en marcha por la Junta prevén la reactivación del mercado con la construcción de 20.000 viviendas protegidas en cinco años, pero estamos convencidos de que serán también un elemento de refuerzo de la economía andaluza. No obstante, para la consecución de este objetivo, se requiere de la participación de todo el sector: desde las diferentes administraciones, sobre todo los ayuntamientos, hasta los promotores públicos y privados, los agentes sociales y económicos, los colegios profesionales, las entidades financieras y las empresas de la construcción.
¿Cómo ve el destino de fondos europeos para fomentar la construcción de viviendas?
Estamos completamente a favor de que se destinen nuevos fondos europeos a la construcción de vivienda, especialmente social. Entendemos que es una problemática acuciante a nivel comunitario como prueba que la Comisión europea cuente por primera vez con un comisario para vivienda. Por tanto, consideramos que la UE debería tomar cartas en el asunto generando nuevos recursos financieros europeos para este fin.
Andalucía está creciendo en la captación de inversiones, ¿qué perspectivas y oportunidades ve en el sector inmobiliario para fomentar nuevos proyectos tanto turísticos como residenciales?
Andalucía despierta cada vez más interés. Hemos cerrado 2024 con 837,06 millones de euros, el segundo mejor registro de la última década, tras el excepcional 2022 y un crecimiento del 40,63% respecto a 2023, casi 20 puntos por encima de la media española. De nuevo, si miramos la tendencia, vemos que el periodo 2019-2023 ha sido el mejor quinquenio en atracción de inversión extranjera, con casi el doble de media anual que en el periodo 2014-208, 837,2 millones al año frente a 457,5 millones.
Y ya vemos que la inversión extrajera es responsable en algunos puntos de la geografía de la dinamización del mercado inmobiliario. Se lo comentaba antes, Andalucía despierta interés por las oportunidades económicas que ofrece, pero quien llega se queda porque le sumamos un clima excelente una calidad de vida extraordinaria con una intensa agenda cultural, social, deportiva, educativa… Por eso no entendemos por ejemplo decisiones con un marcado sesgo ideológico como la limitación de compra de vivienda a los ciudadanos extranjeros, que en puntos como la Costa del Sol representan el 90% de las operaciones inmobiliarias, especialmente en sectores como la vivienda de lujo. Esas inversiones que crean empleo, riqueza y actividad económica se van a ir a otros sitios. Es un ejemplo más de la deriva de este gobierno, que solo actúa buscando titulares para tapar su ineficacia y su inactividad a la hora de solucionar de verdad el problema de la vivienda.
Por último, ¿cómo ve a Andalucía en el futuro?
Nuestra comunidad avanza a buen ritmo de la mano del Gobierno de Juanma Moreno, hemos demostrado que con medidas efectivas y una hoja de ruta clara Andalucía puede ser un referente de crecimiento, de empleo y sostenibilidad. No solo en España, también en Europa. Por eso es importante seguir avanzando por esta senda, mantener ese esfuerzo conjunto de administraciones y sociedad andaluza, que ha sido clave para esa transformación y para que Andalucía salga al mundo sin complejos y pueda confirmar que es una tierra extraordinaria llena de oportunidades y también de realidades, por lo que creo sinceramente que el futuro de Andalucía nunca ha sido tan prometedor como ahora.