“Ahora mismo estamos con mucha fuerza y mucha confianza para afrontar los retos que tenemos por delante”

José María Román. Alcalde de Chiclana de la Frontera.

2020 fue un año atípico, diferente a todo lo vivido hasta la fecha. ¿Cómo fue para Chiclana?
Fue un año difícil, como para todos, pero también hay que decir que, a pesar de la pandemia, el dolor, el sufrimiento que representaron los fallecimientos y la carga de desempleo que generó la crisis sanitaria, Chiclana fue el destino turístico que mejor funcionó de toda España. Presentó el mayor grado de ocupación y el gasto día por habitación más elevado en el conjunto de las cadenas hoteleras.
Cuando se está bien situado turísticamente, siempre existe el miedo a que cualquier crisis pueda provocar la pérdida de ese camino recorrido hacia la excelencia, que se pueda, en definitiva, perder competitividad. Pero en esta ocasión el destino lo ha soportado muy bien, y ahora mismo estamos con mucha fuerza y mucha confianza para afrontar los retos que tenemos por delante.

Podemos entonces extraer un mensaje positivo a pesar de las dificultades…
Por supuesto. Creo que el magnífico grado de ocupación mencionado y el gasto medio alcanzado, el mayor a nivel nacional, dan idea de la madurez y la solidez del destino. Si estuviese menos consolidado el comportamiento hubiera sido muy distinto durante este periodo de crisis.
El turismo residencial es una de las fortalezas del municipio, y seguro será una de las claves de la recuperación post-Covid. ¿Hay actualmente promociones en marcha o previstas? ¿Algunas especialmente significativas que nos pueda mencionar?
Desde la caída del boom inmobiliario, allá por 2008, tenemos un crecimiento muy sostenido de pequeñas promociones, de muchos chalets y viviendas unifamiliares en la Chiclana residencial. Actualmente hay varias actuaciones que se están preparando en la gestión del planeamiento urbanístico, cinco o seis de ellas muy importantes, que pueden dar lugar a algunas promociones. Hay una muy significativa, de 206 viviendas, chalets y apartamentos, que está pendiente de una decisión definitiva de la promotora.

Cómo es esa Chiclana residencial que menciona.
Chiclana es un municipio con 86.000 habitantes, que alcanza más de 200.000 durante el muy largo verano. La Chiclana residencial está formada fundamentalmente por el conjunto de viviendas que tienen jardín propio, en el que viven en torno a 45.000 personas, más o menos la mitad de la población, y dentro de ese grupo hay unas 20.000 viviendas que se destinan a turismo residencial, que son las que propician que cuando llega la temporada veraniega se incrementen en más de 100.000 las personas en la localidad. Podríamos decir que casi un 50% del parque residencial está destinado a explotación turística.

¿Hay una buena ocupación más allá de ese largo verano?
En julio y agosto estamos al 100%, y en los meses inmediatamente posteriores y anteriores la ocupación también es muy alta. El resto de los meses son más livianos, del mismo modo que los precios, pero en general es muy buena.

¿Percibe que Chiclana está en el punto de mira de inversores y promotores?
Sin duda lo está. Lo más importante es la consolidación que estamos experimentando, como ciudad turística y de servicios. Como alcalde, continuamente recibo a personas que nos traen proyectos interesantes, algunos de los cuales salen adelante y otros no, pero el interés no decae nunca, que es lo esencial para seguir en esta evolución positiva por la que discurrimos.

¿Y tienen suelo interesante, disponible y atractivo para nuevos desarrollos?
Contamos con suelos que están para desarrollar en la gestión del planeamiento, y además hay otros para incorporar. Al respecto, hemos tomado una decisión municipal relevante: dado que estamos cualificados como un destino de excelencia, queremos que siga siendo así, y por eso nos preocupamos por que cualquier proyecto que se acometa en nuestro término esté en consonancia con ese modelo turístico que venimos desarrollando y afianzando, que esté dentro de ese contexto. Queremos calidad más que cantidad, queremos sostenibilidad a largo plazo de nuestro modelo turístico y residencial y, por consiguiente, procuramos que todo lo que se promueva esté dentro de ese modelo de alta gama, que a la postre genera empleo de mayor calidad y mayor gasto diario en la economía local.

¿Cómo podríamos definir el perfil del turista que viene a Chiclana?
Fundamentalmente es un turismo muy familiar, de clase media-alta, que alquila o tiene en propiedad un chalet para poder disfrutar durante unos días, sabiendo que lo está haciendo en un sitio singular. El que viene a Chiclana sabe que llega a un destino que le ofrece buenos recuerdos, bonitas fotos y muchas emociones para poder compartir a su regreso. A todo el mundo le gusta compartir su experiencia, contar lo bien que lo ha pasado y las emociones que le han generado esos días de vacaciones. Eso en nuestra ciudad está garantizado.

¿Tienen muchos compradores extranjeros?
Los datos oficiales revelan que tenemos unos 4.000 extranjeros empadronados, una cifra que no es demasiado alta en proporción con nuestra población. Si comparamos con Costa del Sol, nuestra cifra es mucho menor. Yo creo que esto se debe a que hemos comenzado más tarde a atraer al inversor o al comprador extranjero.
Si tenemos en cuenta el clima, es cierto que nuestras aguas en los meses de otoño e invierno están más frías porque al tratarse del Atlántico se producen más corrientes y se calientan menos que en el Mediterráneo, donde la masa de agua es menor. Pero en tierra firme, las temperaturas en los meses fríos son más suaves en Huelva y Cádiz. Y también disfrutamos de más horas de sol.
En Costa del Sol sí que tienen 30 años más de experiencia que nosotros. El primer hotel en Novo Sancti Petri abrió sus puertas hace ahora 30 años, pero hasta 2005-2006 no teníamos la cantidad de establecimientos hoteleros que tenemos ahora. Nos quedan 10 o 15 años por delante para crecer como destino. Pienso que estamos en una zona bendecida, precisamente porque ha comenzado más tarde.

¿Otras ventajas competitivas?
Es fundamental que todas las actuaciones llevadas a cabo se han hecho pensando en un modelo de turismo no masivo, que nos ha llevado al mayor gasto día del que hablábamos antes. Ahora, la planificación futura está en ese contexto de seguir teniendo un alto nivel de calidad y gasto día, y todo lo que está por venir serán buenas noticias. Frente a otras ciudades, nosotros no tenemos que reconvertir el destino. Esta crisis ha provocado que determinadas localidades de las islas tengan reconvertir el destino, de un modelo de turismo de masas a otro que represente un mayor gasto por visitante. Nosotros tenemos un turismo que convive a la perfección, precisamente porque no se genera un choque, no hay una población que invada el modo de vida y conviven perfectamente el hotelero con el residencial y con el nativo.
De hecho, está sucediendo que ciudadanos que viven en Costa del Sol vienen a pasar aquí el verano o una parte de él, por la tranquilidad que encuentran, no exenta de una amplia oferta para el disfrute y el ocio.

¿Algún proyecto hotelero previsto o en marcha?
Tenemos una parcela hotelera en primera línea vacante, que tiene movimiento, pero no se consolida porque la propiedad la vende a un precio muy alto, y tenemos cuatro parcelas hoteleras en segunda línea. Tres de ellas son privadas y una municipal, la cual vamos a vender. Tenemos alguna oferta sobre la mesa, pero que implica concesión, y preferimos vender. Las otras tres privadas también están despertando interés inversor.

¿En qué situación se encuentra el PGOU?
El Plan está en vigor y aprobado, pero con una sentencia de anulación. Está recurrido al Supremo, y este verano tendremos noticias sobre si se queda en vigor o se anula. Es lo mismo que les está sucediendo a muchos ayuntamientos de Andalucía. Los ayuntamientos tenemos que hacer lo que nos marca la Junta de Andalucía, un procedimiento sobre los pasos que hay que dar, y si esos pasos son recurridos por distintas instancias y los tribunales les dan la razón, nosotros no podemos hacer nada. El único procedimiento que nosotros podemos abordar es el que el órgano instructor, que es la Junta, nos indique. Así que a lo largo del verano veremos qué sucede.

Ahora entonces actúan sin ningún tipo de limitación urbanística.
Ninguna, estamos tramitando, dando licencias, generando distintas figuras de planeamiento, planes parciales, unidades de actuación, sin limitaciones hasta que tengamos una sentencia.
En el supuesto de que hubiese sentencia anulatoria, ya nos han confirmado desde la Junta de Andalucía que se arbitraría un proceso intermedio que consistiría en unas normas sustantivas, que vendrían a sustituir prácticamente el 90% del Plan General para que podamos seguir avanzando.

¿Qué líneas se están siguiendo en políticas de vivienda?
La crisis económica de 2008 cortó en seco la promoción de vivienda pública en todos los sitios, y aquí también. En 2010 puse la última primera piedra de vivienda social, y las últimas finalizadas que se entregaron también fue en 2010. Ahora, en el mes de junio, hemos puesto la primera piedra de una promoción de 55 viviendas nuevas para alquiler. Se trata de una promoción privada, pero auspiciada por el programa de alquiler de vivienda del Ministerio. El Ayuntamiento tiene un acuerdo con la propiedad para alquilar las 55 unidades y convertirlas en viviendas sociales.

Tras muchos años de sequía, por fin vuelve entonces la vivienda pública…
Así es. Cuando llega la crisis de 2008, hay un recorte de disponibilidad presupuestaria y los ICO desaparecen. Con esos préstamos, los ayuntamientos construíamos vivienda protegida y devolvíamos los préstamos a lo largo de 15 o 20 años. Aún estamos devolviendo alguno. Esos préstamos desaparecieron, y sin una vía alternativa de financiación, porque el gasto público quedó cortado, el ladrillo estaba condenado.
Nuestra intención es que, tras esta promoción de 55 viviendas, podamos comenzar otras. De nuevas promociones de turismo residencial no podemos quejarnos, porque todo lo que se está haciendo se vende de inmediato y hay un gran dinamismo, pero hay un déficit importante de vivienda social. No han llegado aún promotoras privadas en disposición de hacerla, ni hay dinero público como antiguamente, y en Chiclana hacen falta 100 viviendas sociales anuales durante 10 años.

¿Queda stock de vivienda en manos de la banca?
En nuestra ciudad estimamos que con la crisis quedaron entre 3.000 y 4.000 viviendas vacías en manos de los bancos e inmobiliarias asociadas. En estos momentos podemos decir que no hay vivienda vacía, apenas 400 en un parque de 65.000 unidades catastrales; unas cifras que indican que el mercado está sano.

Con el impulso que se espera que experimente el teletrabajo, si atrae gente a Chiclana, ¿está preparada la ciudad dotacionalmente?
Tanto Chiclana como el Patronato de Turismo a nivel de la provincia hemos estado trabajando mucho en este sentido, e incluso hemos puesto en marcha una campaña cuyo lema es precisamente que no hay mejor sitio para trabajar que donde veraneas, donde pasas tus días de disfrute.
Afortunadamente estamos muy bien de comunicaciones y de fibra óptica, imprescindible para trabajar; la tenemos extendida por todo el término. En cuanto al resto de dotaciones, por ahora hay suficientes. En materia deportiva, por ejemplo, tenemos un nivel muy alto de equipamientos. En instalaciones escolares, hay una iniciativa de colegio privado en parcelas que tenemos disponibles, aunque no está concretado, y estamos abiertos estudiar cualquier necesidad que pueda surgir.
Todo lo anterior sin olvidar que una de las excelencias de Chiclana es que, si alguien quiere venir a trabajar aquí y disfrutar de la calidad de vida de nuestro destino, lo hace no solo porque tengamos una playa magnífica, sino también por otros atractivos como las marismas, los pinares, los esteros…, y una red inmensa de caminos, carriles y vías pecuarias que te permiten disfrutar de la naturaleza de una forma impresionante.
Tenemos espacios magníficos para los aficionados al caballo, rutas hípicas, otras para bicicleta, magníficos campos de golf, hay pocos sitios que tengan tanta oferta de forma tan condensada, que te permitan disfrutar de tantas actividades sin tener que coger el coche.

La conexión del casco urbano con las playas es una de las asignaturas pendientes.
Tenemos cuatro carreteras que conectan el casco urbano con la playa, y ahora mismo estamos inmersos en la recualificación de una de ellas, la segunda, el vector más importante, para convertirla en avenida urbana con cuatro carriles. En algunos tramos le faltaba alumbrado público que vamos a completar, vamos a dotarla de aceras… y al final lo que tendremos es un bulevar, una amplia avenida con dos carriles para vehículos, dos carriles exteriores de -30 km/h compatibles con vehículos a motor y bicicletas, muchas zonas arboladas, y eso va a representar calidad, con la zona residencial retirada apenas unos metros de ese bulevar.
El objetivo es unir, casar y coser un motor económico como la playa con otro motor económico como el casco. Porque esa unión posibilita que se genere una sinergia, unas acciones que se promueven porque la propia comodidad te invita a incrementar la actividad. Si para desplazarte de la playa al pueblo o viceversa hay dificultad o ruptura del espacio donde te encuentras, te retraes. Pero si estás en una zona hotelera residencial y para ir al centro urbano, en coche, a pie o en bicicleta, vas por una vía bien acondicionada, arbolada, iluminada, con su acerado y demás, no rompes tu espacio de calidad durante todo el recorrido. Eso es lo que estamos persiguiendo.
Todo está en consonancia con ese turismo de calidad que queremos seguir atrayendo, y por eso estamos fomentando mucho la marca Chiclana, vinculada a ese modelo.

Un deseo para sus vecinos.
Que todo el mundo disfrute. Mi mayor deseo y esperanza es que todo el mundo pueda recuperar el tiempo perdido, que vayamos dejando atrás poco a poco todo lo sufrido, ahora que llega una época preciosa para poder estar con amigos, familia, recuperar las cosas pequeñas que tanto echamos de menos. Que podamos, en definitiva, vivir la vida. Creo que es lo más importante, si todo eso lo podemos hacer, después vendrán la recuperación económica y el empleo; seguro que más pronto que tarde vendrá todo lo demás.

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