El sector de la construcción va a cambiar a España en este siglo XXI

Pedro Fernández Alén

Presidente de la Confederación Nacional de la Construcción – CNC


Pedro Fernández Alén (Badajoz, 1974) lleva casi toda una vida en la Confederación Nacional de la Construcción en la que aterrizó en 1999 para convertirse diez años más tarde en su secretario general, desde donde dio el salto en 2021 y en plena pandemia a la presidencia de esta patronal.

Pedro Fernández es un dirigente empresarial incansable y vocacional y esa pasión por la empresa le ha llevado a ser también secretario general de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme), que actualmente vicepreside, además de ser miembro del Comité Ejecutivo de CEOE, donde está al frente la Comisión de Concesiones e Infraestructuras.

Hombre de diálogo y con un gran talante para el acuerdo, gestiona con destreza la defensa de los intereses del potente sector de la construcción que sigue empujando con fuerza a la economía española, moviendo alrededor del 12% del PIB y generando un volumen de empleo que alcanza los 1,3 millones de personas.

¿Cómo valora la actual situación que atraviesa el sector de la construcción y qué perspectivas vislumbra para este año?

Incertidumbre es el término que mejor define la situación actual, marcada por un conflicto para el que no se atisba un final como la guerra de Ucrania, que golpea a dos países proveedores y exportadores de materiales de construcción. A eso hay que sumar la oleada de contagios en China y nuevas variantes que podrían surgir en cualquier parte y alterar negativamente el comercio de materias primas. Hoy por hoy, los costes de los materiales son el principal problema del sector, y mientras, entre otras medidas, la factura de la energía sigue sin incluirse en el Real Decreto-ley de revisión de precios; y no prevemos una mejoría.

¿Cree que en la situación tan compleja y difícil como la actual, con la guerra en Ucrania, la tensión inflacionista y el problema de los costes energéticos, corremos el riesgo de ir a una crisis similar a la que estalló en 2008?

Rotundamente no. Los datos indican no solo que no estamos ante algo parecido a la crisis financiera de 2008, sino que caminamos afortunadamente hacia el lado contrario. Pongo un ejemplo: entre enero y septiembre se visaron 79.626 viviendas para obra nueva, según los datos que avanza el Colegio de Arquitectos. En 2006, el año récord, se visaron 863.766 viviendas nuevas. Y aunque faltan los datos de todo el año 2022, es evidente que la situación es radicalmente distinta. Hay ocho veces menos visados. Pero no solo los visados: en noviembre de 2022 se inscribieron en los registros 39.304 hipotecas, según el INE. En noviembre de 2005, 148.154 hipotecas, cuatro veces más. El paro en 2008 empezó a dispararse mientras que el número de afiliados a la Seguridad Social bate récords ahora.

El aluvión de fondos europeos que aterrizará en España son todo un estímulo, ¿están preparadas las constructoras para este reto? ¿Y la administración para su gestión?

El sector es líder mundial y sus constructoras están lo suficientemente preparadas para canalizar eficazmente los fondos NextGenerationEU hacia las inversiones contenidas en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Tal es así, que somos los empresarios los que pedimos a las autoridades agilidad para evitar cuellos de botella, especialmente ante lo que estamos viendo: que el dinero apenas está llegando a las empresas, principalmente por la compleja estructura jurídica que tenemos en España que hace que los fondos deban fluir entre diferentes administraciones hasta llegar a ciudadanos y pymes. Asimismo, la complejidad burocrática hace que los PERTES no puedan ser tan ágiles como esperábamos.

Es importante destacar que parte de los fondos deberían destinarse a la formación de trabajadores para el sector de la construcción, donde la falta de mano de obra podría comprometer la llegada de más fondos. Tenemos un reto mayúsculo por delante y todo este asunto es una cuestión de Estado

¿Cree que esta llegada ingente de fondos europeos va a beneficiar al sector?

Sin duda. Prácticamente siete de cada diez euros de los alrededor de 160.000 millones de euros que recibirá España hasta 2026 van a estar vinculados directa o indirectamente con la construcción: la puesta en marcha de plantas de energías limpias, redes de transporte, centros de Big Data y de Inteligencia Artificial, hospitales punteros, universidades de última generación, desaladoras… va a pasar por la construcción. Todo ello hará que lo mismo que el sector cambió la España del siglo XX también cambie la del siglo XXI.

El tema de encontrar profesionales cualificados se está tornando en un problema cada vez más grave para el sector, ¿cómo lo ve? ¿hay cada vez más dificultades y una carencia de mano de obra?

Precisamos de la incorporación de mano de obra cualificada, un problema que arrastran muchos sectores de la economía. Si no conseguimos formar trabajadores cualificados, difícilmente podremos ejecutar las inversiones comprometidas con Bruselas vía fondos NextGenerationEU. Igualmente, estará en riesgo el compromiso inversor del Gobierno, que prevé un aumento en la Formación Bruta de Capital Fijo de la Construcción del 3,8% al 8,4% para el 2023, según el cuadro macroeconómico del Gobierno para los Presupuestos de este año. Es decir, casi triplicamos la riqueza que vamos a crear pero no tenemos trabajadores cualificados cuando son necesarios y nuestras plantillas envejecen. Recordemos que la media de edad de nuestras plantillas es de 46 años, sólo el 9 por ciento de nuestros trabajadores tienen menos de 30 años y sufrimos un desempleo juvenil del 31 por ciento.

¿Cuáles son las previsiones de demanda de empleo que manejáis? ¿Cuántos puestos están sin cubrir y cuáles son las especialidades con más déficit de profesionales?

Con los datos del MITMA consideramos que faltan casi 700.000 trabajadores cualificados. Pero hay otro problema: la inflación de los materiales de la construcción está provocando que muchas licitaciones queden desiertas. Esto apunta a una situación especialmente compleja con un desenlace fatal, ya que echaría a perder inversiones trascendentales para cambiar la economía productiva de nuestro país y generar riqueza. Recordemos que el Plan de Recuperación, Transformación y resiliencia debe estar comprometido en 2024 y ejecutado en junio de 2026

¿No cree una paradoja difícil de entender que una región como Andalucía, con un alto índice de paro, hagan falta trabajadores?

No creo que sea un problema específico de Andalucía, más allá de los niveles de paro que históricamente siempre se han situado por encima de la media, aunque se va corrigiendo esta situación. Lo que sí sabemos es que nuestros nueve centros de la Fundación Laboral de la Construcción, la universidad del sector, podrían disparar el número de trabajadores cualificados en esta región, que es la más poblada de España.

¿Cuál es el problema en la evolución de los trabajadores del sector? ¿Preocupa que no haya relevo generacional y el acelerado envejecimiento en las plantillas? ¿qué opina de la escasa presencia de la mujer en la construcción?

Sí, es lo que está ocurriendo y tal vez pagamos la mala imagen, heredada de la crisis financiera de 2008. Como señalaba tenemos una imagen irreal y distorsionada que cala: la media de edad del sector supera los 45 años y no deja de crecer. El envejecimiento de la profesión es un hecho: entre 2008 y 2021, la población joven ocupada menor de 30 años en la construcción ha pasado de suponer el 25,2% al 9,1%, una caída de más de 16 puntos porcentuales en todo este tiempo. La población ocupada de 55 y más años ha pasado del 9,4% en 2008 al 19,1% en 2021. En cuanto a la mujer, históricamente el porcentaje de empleos femeninos en el sector ha sido residual. Hoy queda mucho que avanzar, pero el empleo femenino en el sector se sitúa en torno al 10%, lo que ya es un paso. Sabemos que las mujeres aportan innovación o creatividad a un sector necesitado de estas virtudes.

¿Cuáles son las actuales condiciones y salarios en el sector? ¿crees que puede deberse a que el sector no es atractivo para los demandantes de empleo que se decantan por otros ámbitos laborales?

Los datos demuestran que quienes entran en el sector de la construcción, se quedan para siempre. No tenemos un problema para mantener y fidelizar a los trabajadores, sino para atraerlos. Y los salarios pueden ser un aliciente. El sueldo más bajo y por convenio es al menos un 30% más alto que el salario mínimo. Además, en el sector pueden lograrse subidas de sueldo y categoría rápidamente, trabajando de lunes a viernes…

En este contexto, la FLC garantiza un marco de paz laboral y un clima sin conflictos y nuestra capacidad para llegar a acuerdos entre los agentes sociales redunda en beneficios sobre el trabajador: hemos firmado en 2022 primer plan de pensiones sectorial, que recoge el VII Convenio General del Sector de la Construcción, un estímulo para la jubilación de 1,3 millones de empleados, y hemos pactado subidas salariales del 10% para los próximos tres años.

¿Cómo ve las tensiones que tiene que afrontar el sector casi de manera permanente, como la crisis de suministros, la subida de precios y los incrementos de los costes energéticos?

Vamos a ser constructivos frente a la asfixia económica que viven las empresas. Para empezar y prioritariamente, hay que atajar el problema de la inflación, que golpea a nuestras empresas, fundamentalmente las pymes, debemos adoptar decisiones relevantes y estables y hacer un Real Decreto-ley de revisión de precios de los materiales más ambicioso que incluya los precios de la energía y frene de una vez la preocupante tendencia de que cada vez hay más obras públicas desiertas. Rebajar las tensiones en los precios nos permitirá mejorar en todo lo demás. Recordemos que la ejecución de los trabajos en construcción es muy dilatada en el tiempo y períodos de incertidumbre como los que vivimos no son buenos ni para la fluida ejecución de los trabajos ni para la viabilidad de nuestro tejido productivo, formado casi en su totalidad por pymes.

La delicada situación en materia de costes está llevando a que muchas licitaciones queden desiertas, ¿cómo se puede arreglar este grave problema? ¿cuántas licitaciones se quedaron sin adjudicar en Andalucía?

Los precios de los materiales básicos para la construcción difícilmente bajarán mientras que, como decíamos antes, la factura energética siga excluida del Real Decreto-ley 3/2022 de revisión de precios, una norma revisada hasta cuatro veces que sigue sin incorporar los sobrecostes de electricidad, luz y gas en el reequilibrio económico de los contratos públicos, además de la mano de obra y otros inconvenientes que contiene la norma. A mayor abundamiento la energía puede llegar a suponer hasta un tercio del coste total de una obra de construcción y es esencial para la fabricación de ciertos materiales.

En Andalucía, entre octubre de 2021 y septiembre de 2022 había al menos 147 obras públicas desiertas valoradas en 105 millones de euros, según nuestros datos. Esto refleja una situación desesperada para muchas empresas, ya que nunca quieren dejar obras desiertas.

Hay una importante cuantía de fondos europeos que irán destinados a la rehabilitación y regeneración urbana, ¿Cómo lo valora?

Efectivamente, la reforma y rehabilitación es un sector clave dentro de las inversiones contenidas en el Plan de Recuperación. La rehabilitación residencial, clave para revolucionar las perspectivas medioambientales del país, congrega una dotación de 3.430 millones dentro del PRTR financiado a partir de fondos europeos, de los que casi 3.000 millones son subvenciones directas. Recordemos que más del 80% de las viviendas en España tienen una baja certificación y este plan necesitará casi 200.000 empleos cualificados en este ámbito.

 

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