La vivienda no puede ser el problema
Javier González de Lara
Presidente de CEA
La casa es lo primero que aprenden a dibujar los niños, a veces con un árbol al lado, un camino que lleva hasta la puerta de entrada. La casa es también el primer sueño de juventud, la representación de la independencia, una nueva forma de vivir sin el paraguas paterno. Después se convierte en símbolo de desarrollo personal, progreso y crecimiento, cuando en la madurez se puede mejorar.
La casa, la vivienda, está en el centro de las vidas de todos. Esa vivienda que es seguridad en la niñez, independencia en la juventud, y mejora en la edad adulta, en estos tiempos es también un problema que está marcando la agenda política, económica y social. Un problema que sitúa a la vivienda en el centro, pero lejos, porque es un bien deseado, aunque fortificado por grandes dificultades de acceso. Ese camino hacia la puerta que dibujábamos de niños es cada día más tortuoso.
El desafío está aumentando y con él, debe hacerlo el empeño. Es urgente e importante tomar medidas. Desde CEA, la organización que presido, sabemos que son muchos los factores que cada día la alejan más. Y todos llevan a la misma conclusión: faltan viviendas. Cada año se crean 330.000 hogares nuevos en España, cuando solo somos capaces de hacer 100.000 viviendas. Según la Junta de Andalucía, faltan más de 90.000 en nuestra Comunidad.
Faltan viviendas y también personas con capacidad económica para acceder a ellas, los vulnerables y jóvenes; pero también entre la clase media, porque se ha convertido en un bien que requiere de una importante inversión. Se están dando diversas respuestas, que pasan por modificar la ley, aunque existe una amplia planificación en esta materia que se puede desarrollar.
Estamos ante un debate muy complejo y profundo, con dos derechos constitucionales que coinciden: el derecho a la vivienda y el derecho a la propiedad privada. Y hay opciones ideológicas que quieren aprovechar este tiempo para limitar el derecho a la propiedad. Se quiere primar el derecho al alquiler sobre el de la compra, lo cual es una opción a muy corto plazo, pero un grave problema social a medio y largo. No podemos olvidar, además, que se nos presenta un panorama complicado para el sistema de pensiones. Si esos jubilados futuros no tienen vivienda en propiedad, su bienestar puede estar seriamente comprometido. Y además se quiere primar el mercado del alquiler imponiéndole un tope económico. Es decir, se interviene una actividad, con lo que se desincentiva participar en ese mercado. Es necesario poner la oferta a la altura de la demanda. Hay que generar su materia prima, el suelo urbanizado, necesario para su construcción y promoción y básico para lograr el equilibrio. Así mismo, es preciso contar con un marco jurídico más atractivo y estable para atraer a inversores, reducir la excesiva regulación y a su vez impulsar la simplificación administrativa. La vivienda plantea un importante reto y de su solución dependerá que nos transformemos en una sociedad mejor. Toca tomar decisiones, urge actuar. Los empresarios creemos necesario aumentar la oferta en cualquiera de sus modalidades, incrementar el grado de coordinación entre todas las administraciones, reducir sus cargas impositivas para estimular la oferta, generar mayor confianza y seguridad jurídica a propietarios. Y algo fundamental: facilitar el desarrollo de proyectos inmobiliarios. Un ejemplo: hoy en día, el sector residencial está excluido en Andalucía de una iniciativa de éxito como es la Unidad Aceleradora de Proyectos. Si tenemos urgencia por tener más vivienda sería una buena opción incluirlo en este modelo de la Junta de Andalucía.
La Confederación de Empresarios de Andalucía junto con el sector, permanecemos en diálogo constante con las administraciones, especialmente con la Consejería de Fomento, para abordar el proyecto de Ley de Vivienda en nuestra Comunidad.
Entre todos tenemos que hacer el camino a la vivienda, a la casa, más fácil, rápido y seguro. Así lo dibujábamos cuándo éramos pequeños y así debe continuar siendo. Manos a la obra.