Tiempo de esperanza y responsabilidad personal

Javier González de Lara, presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA)

Me asomo a estas páginas de Andalucía Inmobiliaria en un tiempo distinto; aún en el contexto de pandemia, pero esperanzados por el proceso de vacunación que sigue su curso. Para los empresarios andaluces no hay mejor política económica que esta vacunación masiva, prólogo de la inmunidad generalizada. Aun así, no somos pocos los profesionales, empresarios y autónomos que compartimos sentimientos encontrados. Pues a esa luz al final del túnel que empezamos a ver le sumamos la incertidumbre sobre si, como sociedad, sabremos estar a la altura de este momento histórico de transición a la normalidad.

Ya liberados del estado de alarma, no han sido pocas las imágenes alarmantes sobre comportamientos individuales irresponsables que, de prolongarse, pueden derribar los esfuerzos realizados durante el invierno en lo que al respeto a las restricciones de movilidad, horarios y aforos se refiere. Es el tiempo de la autoexigencia y del autocontrol; una coyuntura decisiva que alcanzamos fatigados tras catorce meses de sacrificios. Pero sólo decae el estado de alarma; no la existencia del virus. Mayo y junio son la antesala de la temporada de verano, vital para la Economía andaluza.

Así, y gracias a esta oportunidad que me procura mi admirada Rosa Hafner con este espacio, quiero poner el acento en primer lugar en el protagonismo de los ciudadanos en esta encrucijada. Los empresarios no bajamos la guardia. El Turismo andaluz con todos los sectores con los que está ligado, pendientes de la llegada de visitantes, nacionales y extranjeros, tienen toda su esperanza puesta en los meses estivales. La expresión coloquial para describir el desafío presente sería “ahora nos la jugamos”. De este modo, las medidas de autoprotección siguen siendo imprescindibles y actuar con diligencia hoy significa no sacrificar el verano.

La empresa andaluza, parte de la solución a la crisis Covid

La preocupación por la Economía de nuestra región es honda. Son entre 17.000 y 20.000 las empresas desaparecidas en Andalucía en lo que llevamos de pandemia; es el equivalente al 5% del tejido productivo arrasado. Con 70.000 empleos perdidos hasta la fecha y cerca de 85.000 andaluces en ERTE en este momento, desde la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA) insistimos en una idea: los empresarios somos parte de la solución a esta crisis Covid-19. Gobernar a favor de los empresarios, pymes y autónomos es hacerlo a favor de los hogares andaluces, en tanto que somos los garantes del empleo y, con él, de buena parte del equilibrio de las familias.

Por este motivo, ha resultado muy satisfactorio comprobar la materialización en los últimos meses de este afán nuestro, -y mío personal-, por formar parte de la lucha contra la pandemia. ¿En qué lo han comprobado los ciudadanos y nuestro tejido asociativo? La constatación más reciente de ello data de mediados de mayo, con la puesta en marcha en Andalucía del “Plan Sumamos. Salud + Economía”.

Profesionales del Servicio Andaluz de Salud y de Antea Prevención han realizado test de antígenos gratuitos a trabajadores, empresarios y autónomos en el centro de testeo habilitado en la sede de CEA en Sevilla. Un gratificante ejemplo de colaboración público-privada, gracias al acuerdo de adhesión al Plan suscrito por la Fundación CEOE, CEA y la Junta de Andalucía. Hacer de las empresas andaluzas un escenario de salud y compromiso con la prevención es el objetivo. Insistir en la responsabilidad de los particulares para generar entornos laborales y familiares seguros ha sido la meta alcanzada.

La unidad empresarial y la alianza entre la Administración y el sector privado han sido claves en el exitoso arranque del Plan Sumamos, que tendrá más etapas en lo que resta de 2021 en toda la geografía andaluza. Unidad empresarial, digo, en tanto que el apoyo de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) y de la Confederación de Empresarios de Sevilla (CES) ha sido fundamental en la intensa campaña de difusión del servicio gratuito de test antigénicos entre sus asociados. Y subrayo la alianza con el Gobierno andaluz, puesto que son tres las consejerías que respaldan el Plan Sumamos: Salud y Familias; Empleo, Formación y Trabajo Autónomo; y Presidencia, Administración Pública e Interior. Este impulso gubernamental nace de una convicción compartida con la patronal sobre la falsa dicotomía entre Salud y Economía, pues ambas esferas son compatibles y necesarias para abordar una crisis sanitaria y social sin precedentes.

El tejido empresarial, en el eje de las decisiones políticas

Las ayudas directas conseguidas para los sectores más golpeados por la pandemia son otra prueba de que los empresarios, con la voz fuerte de nuestra patronal en representación de todos, redoblamos esfuerzos por situar nuestra realidad en el eje de las decisiones políticas: somos generadores de ecosistemas económicos en cada barrio, en cada municipio. Un rol decisivo que merece una atención preferente. Así, en otoño Andalucía fue pionera a nivel estatal con el Plan de Apoyo a Pymes y Autónomos dotado con 667 millones de euros, por mor del acuerdo de CEA, ATA y Cámaras de Andalucía con la Junta.

Aún más reciente es el Acuerdo Andaluz de Medidas Extraordinarias sellado por CEA con los sindicatos UGT y Comisiones Obreras y el Gobierno regional, en el marco de la reactivación económica y social de la Comunidad tras la pandemia. Sus 730 millones de ayudas directas conseguidos, destinados a los sectores más castigados y por el mantenimiento del empleo, hablan de la importancia determinante del Diálogo Social y de la voluntad de consensos cuando es el desarrollo de Andalucía, tras el episodio más duro de nuestra historia reciente, el que está en juego.

La fragilidad de nuestros jóvenes

Nos ocurre que, como agente social que somos, desde CEA tenemos la obligación de mirar más allá de las urgencias actuales y, con altura de miras, enfocarnos en qué brechas sociales pueden abrirse a raíz de esta crisis Covid-19. Sus consecuencias pueden prolongarse décadas en el tejido productivo andaluz. Con estas palabras me estoy refiriendo a nuestros jóvenes, acechados por la lacra del paro. La tasa de desempleo entre los andaluces menores de 25 años supera el 52%. Para CEA, la situación de esta generación atrapada entre dos crisis, la desatada en 2008 y la actual, merece una visión estratégica y soluciones perentorias.

La cronicidad de la falta de oportunidades para la juventud andaluza es una amenaza cierta, cuando precisamente es esta juventud la que está llamada a ser palanca de recuperación en el escenario post Covid. Debemos dar una respuesta a tantos profesionales jóvenes, hijos de un mundo globalizado, políglotas y nativos digitales. Son el capital humano de Andalucía y el empresariado andaluz está dispuesto a estrechar lazos con la Administración y las instituciones académicas para favorecer su inserción laboral.

Así, responsabilidad personal ante la pandemia; colaboración público-privada para mitigar sus efectos; ayudas directas que lleguen, en efecto, al bolsillo de los más castigados; Diálogo Social como herramienta de futuro y los jóvenes, en nuestro horizonte. Son las claves con las que trabajamos día a día. Será un placer volver a encontrarnos aquí para constatar, más pronto que tarde, la recuperación de Andalucía. Ánimo a todos.

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